Tres aristas importantes sobre la reforma eléctrica:
La jornada del domingo 17 de abril en El Congreso reflejó al menos tres aristas:
1) La falta de claridad argumentativa de todos los legisladores de uno y otro bandos, ante un tema de trascendencia nacional importante. Llama la atención que desde MORENA, nunca se ha podido defender con claridad el nuevo enfoque del gobierno de López Obrador;
2) La posición controvertida del bando conservador hacia posiciones que francamente están a favor de posiciones extranjeras en materia de inversiones y electricidad. Nada nuevo. La historia dicta que los conservadores han incitado la intervención extranjera en nuestro país; y
3) Una reforma que al margen del daño implica al país, debe seguirnos ocupando si no queremos que pase lo que en otros países, donde el mercado energético se ha privatizado a tal grado, que es imposible para los ciudadanos enfrentar elevados costos de energía (y lo que la pérdida de soberanía implica), dado que se trata de sectores que explotan recursos naturales y son, por obvias razones, monopolios naturales que deben ser regulados en su mayor parte por el Estado.
