- No descuidemos la forma en que se va a aprobar la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos 2023 en Durango. ¿Qué tipo de presupuesto y qué va a pasar con el gasto público del próximo año? ¿Cuáles van a ser las prioridades?
En las últimas semanas se desbordó y explotó un tema de salud pública (meningitis) muy complejo, no solo porque como en el tema de precariedad financiera del estado, no se trata de una situación que haya surgido por generación espontánea, sino que, evidentemente, es producto de una intrincada red de corruptelas y complicidades desde el espacio público y privado que compete, inclusive, a la administración anterior.
En ambos casos (desfalco financiero y meningitis), si consideramos desde la etapa de entrega recepción y la toma de protesta del 15 de septiembre pasado, desde mi particular punto de vista, la gestión de gobierno se mantiene atada de manos y sin margen de maniobra para sancionar como la Ley manda a los presuntos culpables, y, como se ha atestiguado, con “demasiada cautela” respecto a las investigaciones judiciales correspondientes. En este contexto, sería ingenuo atribuir solo a un pacto o coalición electoral y de gobierno esta falta de resultados.
Históricamente, los grupos de poder se neutralizan y optan por acuerdos para no llegar a la sangre y ahora no tiene por qué ser distinto. Sin embargo, la opinión pública adversa crece y el descontento, también. La paciencia y el humor social que se respira en el ambiente cada vez es más hostil y tienen que tomar decisiones complicadas, al cabo que para ello llegaron al poder y quienes emitieron su voto están esperando soluciones.
En este sentido, veamos y atestigüemos cómo se desarrollan ambos asuntos sin que dejemos de preocuparnos por un aspecto que ha pasado a segundo plano pero que debe mantenernos alertas. Se trata de la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos 2023 que están en revisión y que nos mostrará, de inicio, el primer atisbo de intenciones de esta administración.
¿Qué tipo de presupuesto y qué va a pasar con el gasto público del próximo año? ¿Cuáles van a ser las prioridades? ¿Se podrá ver la mano de esta administración en la reconfiguración del gasto? ¿Adelgazará los organismos autónomos y descentralizados? ¿Mantendrá niveles de gasto corriente y operación en 65-70% promedio?… estas son solo algunas de las preguntas que tenemos que poner sobre la mesa.
En Durango, desgraciadamente, el gasto público es completamente inercial, cíclico y no incide en inversión pública productiva. Carece de multiplicadores para estimular los sectores productivos. Es aquí donde resulta imprescindible reestructurar, plantear seriamente la reingeniería del presupuesto público y transitar por un sólido proceso de consolidación fiscal. Como en el tema judicial contra la corrupción o la meningitis, se tienen que tomar medidas drásticas y plantear soluciones audaces.
Parte del problema estructural es que la administración pública estatal enfrenta numerosos obstáculos clientelares, formales e informales, e inercias históricas que, para modificarlo, requieren más allá de planes sexenales y voluntad política. Pone en evidencia, también, la escasa influencia de las principales Cámaras y Sectores Industriales de la entidad, cuyo papel promotor de crecimiento económico debemos cuestionar porque no son la locomotora que requiere una economía como la nuestra y han quedado reducidos a ser una clientela más del poder político en turno. Y si no, vea y circule usted por el puente sin fin. Terminaron aplaudiéndole a la administración pasada por no dejarlo terminado y sin pagarle a los proveedores.
De modo que, ojo al gato y otro al garabato. No descuidemos la forma en que se va a aprobar la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos 2023 en Durango.
Leonardo Álvarez
@leon_alvarez
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Ojo al gato, y otro al garabato (20 mar 22)
Fecha de creación: 9 diciembre 2022 17:23 Descargas: 224